lunes, 31 de mayo de 2010

Mis cuatro días diferentes”


Hola, me llamo Hércules y soy un gato. Para que hagas un retrato mío, soy un poco pequeñito y totalmente canelo.
Si no te importa voy a contarte mi vida. Aunque ya sepas como es la vida de un gato cualquiera, te lo contaré para que sepas como se siente cuando se pasa de una casa a otra y se es abandonado; no es tan sencillo como crees. Bueno, voy a dejar de comerte el coco y voy a empezar:
Nací en una casa enorme. Mi madre me cuidaba junto a mis hermanos y me contaba bellos cuentos antes de dormir.
Cuando ya crecí un poco y podría cuidarme a mí mismo, me llevaron a un apartamento pequeñito pero muy acogedor. Estaba rodeado de niños y de risas. Dormía sobre una cama con un niño muy cariñoso. Cuando me despertaba, me acariciaban y me daban de comer. Era muy feliz, hasta que un día me metieron en una cesta y me llevaron a un coche. Nunca he estado en uno, pero siempre los veía pasar desde el balcón del apartamento.
Aparcaron el coche y el viaje duró aproximadamente media hora. Estaba muy nervioso, ya que no sabía a dónde me llevaban. De repente el coche se paró y una anciana me acogió. Los niños se despidieron de mí y me quedé muy triste. ¡Tanto tiempo que he vivido ahí! Yo me pregunto que qué les he hecho para que me abandonasen de ese modo.
“Pero bueno, dejemos atrás mi pasado y veremos lo que sale de mi futuro”, así me hacía yo ánimos.
Esta anciana me cuidaba mejor que nadie, parecía mi propia madre. Me daba de comer y cada noche me tarareaba una canción muy hermosa mientras que me dormía a su lado. Así pasaron cuatro años. Una noche durmió profundamente la anciana y nunca más despertó, así que estaba solo, sin nadie a mi lado para cuidarme. No sabía qué hacer, la verdad es que empecé a cogerle cariño a la anciana.
En la calle sólo comía basura que encontraba y además hacía frío, no paraba de pensar en la cama en la que podría haber estado en ese momento. Hasta que un día de lluvia, un niño me recogió y me llevó a su cabaña de madera.
Me secó y me dio de comer, porque la verdad es que estaba un poco flaco. Dormía y aún duermo en su cuarto, encima de su cama y toda la familia me respetan, porque saben que los animales también sufren, viven y sienten como los humanos. Bueno, aquí estoy y además espero que esta vez sea para siempre”.

“P.D. Cuida a los animales, te lo agradecerán”.
“Con cariño:
Hércules”

Nieves Rapold Vera. (*)
(2º ESO)

(*) Primer premio del III concurso de relato breve “Lectura y biblioteca” para estudiantes de Infantil, Primaria y Primer Ciclo de la ESO. La convocatoria iba dirigida a todos los Centros y todos los CER de la zona Norte de Tenerife (Los Realejos, San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Garachico, El Tanque, Los Silos y Buenavista del Norte).
En cada categoría (Infantil, Primer Ciclo de Primaria, Segundo Ciclo de Primaria, Tercer Ciclo de Primaria, Primer Ciclo de la ESO) tuvo como premio una bicicleta.

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