jueves, 29 de abril de 2010

La reforma luterana.-

“Consistía en hacer una reforma en el reinado. Cada rey la hizo a su modo, por lo tanto el número de reformas realizadas son incalculables”.
(2º ESO. Junio 99)

Respuesta correcta
A finales de la Edad Media, la Iglesia católica necesitaba de reformas urgentes: muchos clérigos tenían escasa cultura y la corrupción de las costumbres eclesiásticas iban en aumento —algunos dignatarios de la Iglesia organizaban suntuosas fiestas—, los fieles poseían una fe llena de supersticiones, los monasterios y las diócesis acumulaban riquezas, se vendían cargos eclesiásticos o se entregaban los mismos a familiares o amigos —el Papa Alejandro VI, de la familia Borgia, llegó al pontificado invirtiendo grandes sumas de dinero en la elección—, el papado estaba desprestigiado y dedicados frecuentemente a la política o a las guerras —la corte pontificia no era un ejemplo de ascetismo—, el clero bajo vivía pobremente y criticaban las riquezas del alto clero —el lujo de obispos y cardenales escandalizaban a los frailes, a los sacerdotes más humildes.
Martín Lutero (78), tras un viaje a Roma, concibió la idea de reformar la Iglesia, pero una serie de enfrentamientos con el Papa hizo que la reforma luterana se convirtiera en una separación de la Iglesia. La querella de las indulgencias (79) —el Papa León X, en 1517, concedió indulgencias a quienes dieran limosnas para la construcción de la basílica de San Pedro— fue la que provocó el cisma. Lutero empezó a predicar en Alemania una doctrina que negaba el valor de las indulgencias y la no aceptación de la orden pontificia a reconocer sus errores, fue excomulgado (80).
Lutero predicó entonces una reforma total de la Iglesia y muchos nobles, así como humanistas se pusieron de su parte, haciendo posible que se extendiera rápidamente debido a los abusos de los eclesiásticos, las ambiciones de los nobles que codiciaban las riquezas eclesiásticas, la agitación social desde finales de la Edad Media, la mentalidad renacentista que ensalzaba al individuo y su libertad, la oposición de los príncipes alemanes a la idea imperial de Carlos V.
La base de su pensamiento es la justificación por la fe —la salvación se obtiene exclusivamente por la fe, no necesita de buenas obras para salvarse—, cada persona puede interpretar libremente la Biblia, sin que tenga que aceptar la interpretación de la Iglesia, se niega la autoridad papal y no se acepta la jerarquía eclesiástica, abolición de las órdenes religiosas y del celibato de los sacerdotes, negación de la existencia del purgatorio, supresión del culto a las imágenes, reducción de los sacramentos —sólo son verdaderos dos: el Bautismo y la Eucaristía—, mantenimiento de la pobreza evangélica y secularización de los bienes eclesiásticos.
En casi toda Europa surgieron reformadores que se basaban en la doctrina de Lutero o las modificaban en parte. Calvino (81) en Francia y Suiza, Zuinglio (82) en Suiza fueron los reformadores europeos más importantes. En Inglaterra, el rey Enrique VIII que estaba casado con Catalina de Aragón —hija de los Reyes Católicos—, quería divorciarse de ella —el deseo de tener un hijo varón para que le sucediera en el trono, puesto que de su esposa sólo tenía una hija, influyó en esta decisión matrimonial— para casarse con Ana Bolena y como el Papa no accedió a concederle el divorcio, negó la obediencia a Roma (1534) y se proclamó jefe de la Iglesia de Inglaterra. Este cisma se conoce con el nombre de anglicanismo —profesa la misma fe católica pero niega la autoridad suprema del Papa—. En consecuencia, se prohibe el pago de tributos al Papa y los obispos serán elegidos por los cabildos de las catedrales. Se observa cierta aproximación al luteranismo ya que se exige la oración del domingo, el credo y la Biblia se difundan en inglés y se rechazan las imágenes, las reliquias, las peregrinaciones. Este cisma inglés estuvo acompañado de la persecución de los católicos que se oponían a las pretensiones del monarca —Tomás Moro fue decapitado por no querer seguir los dictados de Enrique VIII.


(78) Martín Lutero fue teólogo y reformador alemán (Eisleben, Turingia 1483–1546). Era maestro de filosofía cuando entró en los agustinos (1505), ordenado sacerdote en 1507, se doctoró en teología en 1512. A partir de 1513 ejerció como profesor, sobre todo en la universidad de Wittenberg. Apasionado por la verdad, pero de temperamento inquieto, Lutero intentó, antes que nada, replantear el problema de su salvación y fundamentarlo en una doctrina segura, que encontró (1515) en la epístola de san Pablo a los romanos. El Comentario que hizo de ella corresponde a la perspectiva luterana: frente a Dios, que es amor, el hombre es pecador; está justificando por la fe, la única salvadora. Fue precisamente la campaña llevada a cabo (1517) por el dominico Tetzel —a favor de las indulgencias dadas a los que ayudasen a la construcción de San Pedro de Roma— el hecho que llevó a Lutero a hacer públicas —31 de octubre de 1517— las 95 tesis de su Reforma. Él no deseaba abandonar la Iglesia católica, solamente quería liberarla de los abusos que en ella se manifestaban; sin embargo, sus polémicas con los teólogos romanos provocaron su condena por el Papa —León X. 1520—. En este mismo año publicó los tres grandes escritos reformadores, fundamentos del luteranismo: el Manifiesto a la nobleza cristiana de Alemania —ataca la supremacía romana y propugna la idea del sacerdocio universal de los cristianos—; La cautividad de Babilonia —contesta la teoría romana de los sacramentos, de los que conserva el bautismo y la comunión, y en que critica el carácter sacrificial de la misa—; De la libertad del cristiano —formula una nueva doctrina de la Iglesia, en lugar visible y triunfal, con sus instituciones y sus dogmas, invisible y hecha sólo por aquellos que viven en la verdadera fe.
Tras pasar al bando del imperio, fue escondido por su protector, Federico de Sajonia, en el castillo de Wartburgo. Allí empezó la traducción de la Biblia al alemán. En 1522 volvió a Wittenberg, se enfrentó a los anabaptistas —herejes que creen que no deben bautizarse a los niños antes de que lleguen al uso de razón— e intervino del lado de los señores, en la guerra de los campesinos (1524-1525). Una vez aplastados éstos, pudo organizar su Iglesia, dotarla de un catecismo, reglamentar el culto y una liturgia en la que se daba un papel muy activo a los fieles. Rompió con Erasmo y el humanismo y se casó con Katharina von Bora, antigua cisterciense que le dio seis hijos.
A partir de 1530 y de la redacción de la confesión de Augsburgo por parte de su discípulo Melanchthon, Lutero pudo consagrarse a la consolidación de su obra: en 1537, los artículos de Smalkalda, redactados por él mismo, completaron la confesión de Augsburgo. Murió en plena actividad. Las Charlas de sobremesa, publicados por sus amigos, permitieron conocer mejor su personalidad.
(79) Indulgencias. Perdón de las penas debidas por los pecados, a cambio de limosnas, oraciones, sacrificios... La campaña a favor de las indulgencias en una parte de Alemania fue confiada a Alberto de Brandeburgo, arzobispo de Magdeburgo y de Maguncia, con autorización para conservar la mitad de la suma recogida. Durante esta campaña el dominico Johannes Tetzel llegó a afirmar que una contribución pecuniaria era infalible para salvar a un alma del purgatorio. Estos abusos escandalizaron a muchos alemanes, incluido Lutero que en la víspera de Todos los Santos del año 1517, colocó en la puerta de la Iglesia de Wittenberg sus 95 tesis denunciándolas.
(80) Excomulgar. Apartar a uno de la comunión de los fieles y del uso del sacramento.
(81) Calvino (Noyon, Oise, 1509–Ginebra 1564). Su verdadero apellido era Cauvin. Hijo de un notable de Noyon, fue destinado a la carrera eclesiástica. Desde 1533 se mostró partidario de los innovadores evangelistas que seguían a Lefèvre d´Etaples, Guillaume Budé y Cop —rector de la universidad de París—. Comprometido e implicado en los pasquines contra la misa (1534), se vio obligado a abandonar París y buscó refugio en Basilea en donde redactó su Institución de la religión cristiana (1536), obra considerada como la constitución de la religión reformada. Su encuentro con Guillaume Farel, reformador ginebrino, le decidió a instalarse en esa ciudad residiendo dos años (1536– 1538). Más tarde se traslada a Estrasburgo a consecuencia de un desacuerdo con las autoridades de la ciudad en relación con la autonomía de la iglesia, ejerció como pastor de los refugiados protestantes franceses y como profesor de teología la Epístola a Sadolet y el Opúsculo de la Santa Cena son de esta época. Regresó a Ginebra en 1541 y fundó una Iglesia conforme a sus convicciones y regida por los principios del evangelio. En 1555 quedó asegurada su victoria en el terreno político y religioso, al precio de un rigor que dejaría algunos recuerdos amargos —ejecución de Miguel Servet en 1553, expulsión de Castellion y otros adversarios—. Desde 1555 a 1564 fueron los años más fecundos en la obra de Calvino; la paz reinaba en Ginebra, convertida en lugar de refugio para los protestantes que eran perseguidos y centro de difusión de la obra calvinista. Murió agotado y se desconoce donde se encuentra su tumba.
Su doctrina es esencialmente teocéntrica, se distingue del catolicismo por su principio exterior formal —las Escrituras, fuente y norma únicas de la fe— y por su principio interno y material —la justificación por la gracia sólo mediante la fe en la soberanía absoluta y exclusiva de Dios y la consagración a su gloria—. Calvino estaba de acuerdo con el pensamiento luterano en cuanto a la proclamación de la predestinación y de la gracia irresistible. Dios envió a su Hijo para una obra de salvación. Los hombres, por tanto, no pueden redimirse: unos están predestinados a la salvación y, otros a la condenación. Calvino tuvo presente el escándalo y el misterio de esta doble predestinación, pero no intentó explicarla: ¿quién puede pedir cuentas a un Dios soberanamente justo y señor de sus actos? Y como corolario, los sacramentos no se pueden concebir como mediatizadores o como canales de la gracia, sino como signos o señales de la fe —en el calvinismo sólo hay dos sacramentos verdaderos: bautismo y eucaristía, rechazando la transustanciación católica (conversión del pan y el vino en cuerpo y sangre de Jesucristo en la Eucaristía) y la consustanciación luterana (presencia real de Cristo en la Eucaristía; es decir, conservando el pan y el vino su propia sustancia y no una mera apariencia).
La constitución de la Iglesia calvinista es presbiteriana y no admite la jerarquía eclesiástica. Esta reforma calvinista marcó profundamente la reforma francesa, penetró en los Países Bajos e influyó en el anglicanismo, también se implantó en América del Norte y en Sudáfrica.
(82) Zuinglio, reformista suizo (1484–1531). Sacerdote en Glaris (1506–1516) y después en Einsiedeln (1516–1518). Conquistado por las ideas de Erasmo, descubrió el luteranismo cuando fue nombrado canónigo de Zurich (1519). Expulsado de la comunión católica, expuso (1523) en La exposición y la prueba de la tesis, una doctrina próxima a Lutero que rápidamente se extendió a una gran parte de los cantones suizos. Progresivamente, con el apoyo del consejo de la ciudad de Zurich, transformó el culto y la constitución de la Iglesia local, manteniendo únicamente lo que está justificado por las Sagradas escrituras. Paralelamente se esforzó por fundar un verdadero estado cristiano. Murió en la batalla de kappel (localidad suiza, cantón al sur de Zurich, las tropas de Zurich fueron vencidas por las de los cinco cantones católicos. 11 de octubre de 1531).

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