jueves, 4 de febrero de 2010

La Guerra Civil Española.-

“Esta guerra fue la más sangrienta que ha habido en toda la historia. Los bandos eran por una parte el partido Republicano y por otra la del ejército de Azaña.
El partido Republicano tuvo muy poco apoyo Cuba le mandó armas y gente voluntaria y muy poco, pero el ejército de Azaña tuvo más armamento, aviones bastantes, alimentos y soldados que fueron mandados por muchos países.
Así que la guerra estaba fácil de quién ganar perdió el partido Republicano y Azaña se quedó ganador”.
(02.05.89. 8º EGB)



Otra versión del mismo acontecimiento:

“Fue un conflicto político de derecha e izquierda.
Orígenes: se originó porque Franco estaba afavor de la política de izquierdas y tomaba las leyes por su mano.
Los de derecha eran de camisa roja y los de izquierda de camisa azul. Así que cuando veían alguien con algo rojo lo detenían.
Fin de la guerra: Es que Franco ya estaba muriendo y entonces ya se habían acabado la dictadura el que benía detrás puso la constitución”.
(02.05.89. 8º EGB)


Respuesta correcta
El Frente Popular triunfó en las elecciones de febrero de 1936, el Gobierno aceleró su programa de reformas. Se vivieron una serie de interminables desórdenes, los patronos se negaban a ceder a las reivindicaciones de los obreros, cerraban las fábricas, se producía una gran fuga de capitales, las organizaciones sindicales —UGT y CNT—
no daban tregua en sus peticiones; pero la gota que colmó el vaso fue el asesinato del teniente Castillo —12 de julio—, conocido por sus simpatías izquierdistas y unas horas después, como represalia Calvo Sotelo(12) —diputado conservador—. Numerosos políticos de derechas y miltares conspiraban contra el Gobierno. En la trama civil podemos citar a los carlistas navarros(13), los requetés(14) y también la Falange, así como los monárquicos cuyo líder era Calvo Sotelo. ¿Y la CEDA(15)? Posiblemente intervino en su preparación aunque sólo marginalmente. En cuanto a la trama militar desempeñó un papel muy importante un sector del ejército. El Gobierno, sospechando de algunos generales los alejó, así Goded fue a Baleares, Franco a Canarias y Mola a Navarra. Este destino último fue un desacierto por parte del Frente Popular, pues en Navarra podía buscar muchos apoyos civiles, siendo este general el autor de los planes de insurrección y de las consignas.
El alzamiento se inició el 17 de julio de 1936 en África, los días 18 y 19 de julio en diversas capitales de la Península. Apoyaron la sublevación aproximadamente la mitad de las fuerzas armadas —los mandos intermedios: capitanes, comandantes y tenientes coroneles—, mientras que la mayoría de los altos mandos se mantuvieron leales al Gobierno republicano. Las fuerzas navales, casi en su totalidad, quedaron bajo el control gubernamental, la aviación se fragmentó aunque con ligera ventaja a favor de la República.
El plan de los conspiradores consistía en un levantamiento simultáneo de todas las guarniciones, para llevar a cabo una ofensiva sobre Madrid e imponer, como es de suponer, un cambio de régimen. Este plan fracasó en las principales ciudades del país, en las zonas obreras. El territorio quedó dividido en dos zonas geográficas discontinuas: la republicana, leal al gobierno democrático establecido y la nacional, con dominio de los sublevados. Sin embargo, en cada zona se distinguían dos bandos: los partidarios de la República y los seguidores de los insurrectos.
Franco consiguió “colocar” treinta mil hombres con todo su material en tres semanas en la Península. ¿Por qué los nacionales lograron pasar el Estrecho? Varias son las respuestas; en primer lugar, los sublevados controlaban los puertos cercanos como Algeciras y Cádiz; los republicanos, que disponían de gran parte de la flota carecían de oficiales, movieron torpemente sus buques y no supieron cortar las comunicaciones marítimas. El factor decisivo fue el apoyo aéreo que Franco recibió de italianos y alemanes, tanto en bombarderos que en aviones de transporte.
El desplazamiento de las tropas de Franco, al llegar a la Península, fue avanzar rápidamente hacia Sevilla, donde se unieron a las del general Queipo de Llano. En los meses siguientes ocuparon Mérida y Badajoz; así se unieron las dos zonas en las que había triunfado el alzamiento.
El deseo de los nacionales de entrar en Madrid fue un fracaso —batallas en torno a la gran urbe(16)— y el frente quedó estabilizado en las afueras de la capital, mientras el presidente de la República Azaña y el gobierno se trasladaron a la ciudad de Valencia. Si los ejércitos de Franco hubieran dominado Madrid, la guerra se hubiera abreviado considerablemente.
La guerra se desvió hacia el norte peninsular para tomar una zona industrial. Las operaciones se iniciaron con el terrorífico bombardeo de Guernica(17) —la ciudad histórica de los fueros vascos— por parte de la aviación de la Legión Cóndor —26 de abril de 1937—. La caída de Bilbao provocaría en los meses siguientes la de Santander y Gijón, por lo tanto, las dos regiones industriales pasaron a ser controladas por los nacionales.
En 1938, los republicanos procuraron llevar a cabo las ofensivas, pero los ejércitos de Franco replicaron con contraofensivas que les permitieron avanzar hasta el mar Mediterráneo. En invierno, cae Teruel(18), luego la batalla del Ebro(19).
En enero de 1939, se toma Barcelona y se produjo un incesante éxodo de centenares de miles de republicanos hacia la frontera francesa. El centro peninsular resistía como buenamente podían, el jefe de gobierno,Negrín(20), y los comunistas eran partidarios de la resistencia, tenían la esperanza de que el estallido de la guerra europea virara su suerte. Pero un golpe en Madrid —el coronel Casado se puso al frente de una Junta de Defensa, apoyada por republicanos, socialistas y anarcosindicalistas, entabló conversaciones con el gobierno franquista— por parte de los sectores partidarios del final de la contienda precipitó su término. El 1 de abril de 1939, Franco firmaba el parte en el que comunicaba la victoria en todos los frentes y el término de las operaciones militares.
Al estallar la guerra civil española, las distintas naciones europeas se comprometieron a no apoyar a ninguno de los contendientes. La intervención internacional provocó la prolongación del conflicto. Por otro lado, las potencias europeas experimentaron las nuevas armas, pudieron comprobar que el uso del avión y el tanque iban a ser decisivos en la más que probable guerra mundial.
Los nacionales contaron con la ayuda alemana(21), italiana(22) y portuguesa(23). Por parte republicana: México(24), la Unión Soviética(25) y las “Brigadas Internacionales”(26).
Si Hitler y Mussolini ordenaron la intervención para aislar a Francia, ¿cómo se explica que ésta permaneciera neutral? Inicialmente envió algunos aviones y en ocasiones partidas de material; pero no intervino por presión inglesa ya que este gobierno convocó el llamado Comité de no Intervención y lo más asombroso, es que a esas reuniones, acudían los representantes de Alemania, Italia y Rusia.
El gobierno conservador inglés sentía una simpatía por los nacionales, la política del Frente Popular amenazaba los intereses de las compañías británicas en España. La oposición laborista y otros sectores eran partidarios de la República porque representaban la democracia. Gran Bretaña fue neutral y presionó para que lo fueran las restantes naciones.
La República durante la guerra no tuvo unidad, quizás por ello perdió el conflicto. Mientras se luchaba en los distintos frentes subsistieron los partidos políticos y los sindicatos, pero actuaron por su cuenta. Un ejemplo que lo demuestra, puede citarse la rivalidad entre comunistas y anarquistas. Los comunistas pensaban que todo debía subordinarse al esfuerzo de la guerra, exigían disciplina. Los anarquistas consideraban que era la ocasión para llevar a cabo una completa revolución social, así organizaron comunas en los pueblos controlados por ellos, se colectivizó la propiedad e incluso, se suprimió el uso del dinero y se prescindió de la autoridad. La República careció de un líder indiscutible, ni siquiera dispuso de un militar que decidiera en las operaciones bélicas. El presidente, Manuel Azaña, antes del final de la contienda cruzó la frontera francesa y dimitió; el socialista Negrín, tuvo constantes problemas con sectores de su propio partido.
En la zona nacional se constituyó una junta de generales —Junta de Defensa Nacional— pero a finales de 1936, Franco fue designado Generalísimo de los ejércitos y jefe de gobierno. Por lo tanto, acumuló todo el poder. En 1937, fue nombrado Jefe Nacional; a los opositores a ello, se les encarceló. Al comenzar el conflicto se suspendieron los partidos políticos y los sindicatos, esta suspensión fue definitiva, ya se estaba dibujando un modelo de Estado que no permitía ni la oposición ni el pluralismo político.
Esta guerra fue un preludio de la Segunda Guerra Mundial, fue un campo de experiencias militares para otros países.
Al finalizar la contienda, el país quedó arruinado, tardará décadas en recuperarse. Los gastos en ambos bandos fueron cuantiosos por adquisición de material bélico a países extranjeros. Se destruyeron poblaciones, industrias, carreteras, se abandonaron tierras de cultivo... La miseria y el hambre se adueñaron del país.
La guerra causó miles y miles de muertos —alrededor de trescientos mil— y heridos, desató persecuciones contra los enemigos políticos, cientos de españoles se exiliaron(27) y fue muy elevado el número de presos políticos.
Políticamente, la nueva situación sustituyó la democracia por una dictadura, que no solucionará los viejos problemas del país.


(12) Político español (Tuy 1893-Madrid 1936). Gobernador de Valencia (1921-1922), durante la dictadura de Primo de Rivera fue ministro de Hacienda. A la caída de la dictadura, se exilió en Portugal y más tarde en París. Regresó a España en 1934 y organizó el Bloque nacional —fascista—. Con sus críticas al régimen republicano le valieron la animadversión de la mayoría republicana y de ideologías de izquierdas. El 13 de julio de 1936 fue asesinado por un grupo de guardias de asalto.
(13) Al morir Fernando VII y no tener hijos, unos eran partidarios —los intransigentes— de que el trono debería recaer en su hermano D. Carlos. Pero antes del fallecimiento del rey, debemos retroceder hasta el año 1830, es en esa época cuando Fernando VII abolió la Ley Sálica, según la cual las mujeres no podían ocupar un trono; poco después tuvo una hija, Isabel, la futura Isabel II. En 1832, coincidiendo con una grave enfermedad real, el monarca restaura la línea sucesoria masculina y posteriormente vuelve a sostener el derecho de su hija al trono. Estos acontecimientos se les conoce con el nombre de Sucesos de la Granja —se sucedieron en la residencia de verano, en la Granja, Segovia—. En 1833, muere el rey y estalló la guerra civil (1833-1840) entre los seguidores de D. Carlos (carlistas) y los que apoyaban a Isabel II (isabelinos) —la regente era María Cristina por la minoría de edad de la reina—. La segunda guerra tuvo lugar entre 1846 a 1849 y preferentemente se desarrolló en Cataluña. La tercera entre 1872 a 1876.
(14) Cuerpo armado de voluntarios del carlismo, que se preparaban en tiempos de paz y, distribuidos en tercios, lucharon durante la guerra civil.
(15) Confederación Española de Derechas Autónomas dirigida por Gil Robles. Agrupaba a monárquicos y conservadores, trataba de ser una alternativa a los gobiernos de izquierda.
(16) Las batallas en torno a Madrid se produjeron desde noviembre de 1936 a marzo de 1937. A finales de septiembre, las tropas nacionales se desviaron para liberar el sitiado Alcázar de Toledo. A primeros de noviembre, los ejércitos de Franco se localizaban a las puertas de la capital; Vicente Rojo, la máxima figura militar de la República, se encargó de la defensa. Se minaron los puentes sobre el río Manzanares y los atacantes fueron detenidos en la Ciudad Universitaria, allí quedó estabilizado el frente. Se ensayaron maniobras envolventes; primero por la carretera de A Coruña —enero de 1937—, se intentaba cortar el suministro de agua de la sierra a Madrid; se procuró cortar la carretera de Valencia, fue la sangrienta batalla del Jarama. El posterior intento, fue la batalla de Guadalajara, participaron cuatro divisiones italianas, pero el ejército republicano logró rechazarlas sufriendo grandes pérdidas los transalpinos. Por último, debemos señalar la ofensiva de Brunete, iniciada por el ejército republicano para envolver al ejército nacional que sitiaba Madrid, finalizó con el triunfo franquista.
(17) Guernica fue bombardeada el 26 de abril de 1937. El bombardeo duró desde las 4,30 hasta las 7,45 quedando destruida la villa, no solamente por la acción de las bombas sino por los incendios. Era la primera vez que la aviación arrasaba una población y la noticia tuvo un eco internacional muy importante. El periodista Steer, testigo de los incendios, relató el acontecimiento en el árbol de Guernica. Y Picasso supo captar el dolor y el horror en una de sus obras más significativas. En la operación bélica participaron un pequeño grupo de aviones italianos y varias escuadrillas de la Legión Cóndor —bombas alemanas sin estallar probaron la intervención internacional.
(18) El frío fue el protagonista en la batalla de Teruel. Los combates por el control de la ciudad tuvieron lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 23 de febrero de 1938. Las nevadas continuas y las heladas fueron los mayores condicionantes en este enfrentamiento, produciéndose gran cantidad de bajas y la destrucción de la ciudad.
(19) La batalla fue planteada por el general republicano Vicente Rojo para aliviar la presión de las fuerzas franquistas sobre Valencia. El combate duró 114 días —julio a noviembre de 1938—. Las tropas de la República consiguieron inicialmente cruzar el río Ebro y establecer una cabeza de puente, pero la superioridad logística de los ejércitos de Franco les dio la victoria. Murieron entre 15.000 y 20.000 soldados y resultaron heridos entre 80.000 y 100.000.
(20) Juan Negrín, médico y político español. Nació en Las Palmas en 1892 y murió en París en 1956. En 1922 ganó la cátedra de fisiología de la universidad de Madrid, desde la que creó una escuela de renombre mundial. Ingresó en el PSOE durante la dictadura de Primo de Rivera, fue diputado a partir de 1931. Durante la guerra civil fue ministro de Hacienda en el gobierno de Largo Caballero y sustituyó a éste con el apoyo de parte de los socialistas, de comunistas y de republicanos (mayo de 1937). Llevó a cabo una política de fortalecimiento del ejército y del poder gubernamental; puso la industria bajo control estatal e intentó poner orden en la retaguardia. Trasladó el gobierno a Barcelona (octubre de 1937) y en 1938 reorganizó su gobierno con el apoyo de la CNT y de la UGT. Fracasada su oferta de paz a Franco, reforzó sus poderes e impulsó al ejército republicano a una nueva gran ofensiva (batalla del Ebro), contó con el total apoyo de los comunistas. El 21 de septiembre de 1938, anunció la retirada de las Brigadas internacionales, esperando que hicieran lo mismo los del bando nacional. Tras la caída de Cataluña se fue a Francia, pero regresa a la zona republicana (12 de febrero) con ánimo de prolongar la resistencia hasta conseguir una solución honrosa del conflicto. La sublevación de Cartagena y la rebelión del coronel Casado en Madrid le obligaron a desistir de su propósito. Se fue a Francia (6 de marzo) y continuó presidiendo el gobierno republicano en el exilio hasta 1945.
(21) Alemania envió aviones —Legión Cóndor, aparatos más modernos que los italianos—, armamento e instructores. Hitler seguía una política revanchista contra Francia y quería situar a sus espaldas un régimen que le fuera hostil.
(22) Mussolini deseaba convertir el Mediterráneo en un mar italiano, y para ello tenía que cerrar el paso a Francia. Italia suministró armamento y varias divisiones de su ejército.
(23) Portugal puso sus puertos a disposición de los sublevados y envió voluntarios.
(24) México suministró al gobierno de la República fusiles y alimentos.
(25) La Unión Soviética no envió tropas, aunque sí consejeros, y entre ellos, grandes militares. En la guerra intervinieron un número elevado de aviones y tanques, muy maniobrables, cuya superioridad sobre las tanquetas italianas se puso de manifiesto en la batalla de Guadalajara.
(26) Las Brigadas internacionales estaban formados por voluntarios de casi cincuenta naciones, pertenecían a la izquierda europea, intelectuales idealistas que vinieron a defender la democracia, aventureros o mercenarios. Su intervención en la defensa de Madrid fue decisiva, así como en las batallas del Jarama y Guadalajara.
(27) Se calcula que 400.000 españoles cruzaron los Pirineos durante el invierno de 1939. Muchos de ellos fueron internados por los franceses en campos de concentración situados en el sur del país. Sólo una mínima parte regresó. La mayoría se dispersaron por diferentes naciones: Francia, Estados Unidos, México, Argentina, etc. Para nuestra cultura supuso una pérdida lamentable, algunos regresaron unos años después como Ortega y Gasset. Otros no lo hicieron nunca, como el poeta Juan Ramón Jiménez, el historiador Claudio Sánchez Albornoz y el músico Pau Casals entre otros.

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