martes, 16 de noviembre de 2010

La cocina es un arte; nadie lo puede negar. Nuestro país goza de un gran prestigio a nivel internacional.
La enciclopedia Larousse realiza el siguiente recorrido histórico:
Los romanos aportaron a la cocina hispánica el ajo y el aceite, se desterraron las grasas animales. Los árabes introdujeron el azafrán y el azúcar. Durante la Edad Media y gracias al comercio con oriente llegaron las especias desde tierras muy lejanas e incitando a los aventureros a la búsqueda de rutas que fueran más seguras. De América llegaron una serie de alimentos que habían de revolucionar la cocina: patatas, maíz, tomate, pimiento, cacao...
Durante el Renacimiento, Catalina de Médicis y tras ella numerosos cocineros italianos instauraron el gusto por la repostería, se descubrieron los picadillos y las grandes piezas de caza fueron remplazadas por la carne de vaca.
En el siglo XX triunfa la cocina burguesa, con recetas simplificadas y, sobre todo, menos costosas. En la segunda mitad de este siglo, junto a la gran cocina tradicional, se desarrolló un tipo de cocina doméstica rápida. En los años setenta surge la “nueva cocina” que aboga por la cocción breve, otorga un papel preponderante a la cocción al vapor, a la papillote y al baño maría; intenta preservar y transmitir todas las cualidades de la materia prima, y, aunque permanece fiel a la cocina tradicional, asume la defensa de la imaginación utilizando técnicas modernas (horno de microondas, productos congelados, precocinados, envasados al vacío...).

Sirva de ejemplo este nuevo plato de la cocina supermoderna para solterón empedernido:

“Pavo al whisky”

Ingredientes:

Procedimiento:

1. Rellenar el pavo con la panceta, atarlo, salpimentar y echarle un chorrito de aceite de oliva.
2. Precalentar el horno a 180° durante diez minutos.
3. Servirse un vaso de whisky, para hacer tiempo.
4. Meter el pavo en el horno.
5. Servirse otro vaso de whisky, bebérselo y mirar el horno con ojos ligeramente extraviados.
6. Boner el terbostato a 150 gramos, grabados y esberar veinte bidutos.
7. Servirse odro vaso, o dos.
8. Al cabo dun drato, abrir el abarato bara condrolar y echar un chorretón de pavo al güiski y odro güiski a uno bisbo.
9. Darle la vuelta al babo y quemarse la bano al cerrar el horno. ¡Bierda!
10. Indendar sentarse en una silla y servirse unoss chupitosss bientras pasan los bidutos.
11. Retirar el babo del homnno y luego recogerlo del suelo con un drapo, embujándolo a un blato, bandeja o ssimmilar.
12. Rombersse la crismmroma al refalar en la grassa.
13. Indedar lebandarse sin soltar la bodella y dras bonos indendos, decidir que en el suelo sestá de gojones.
14. Apburar la potella y adrastarse hasta la gama. Dorbirse.
15. A la mañana siguiente, tomar abundante café para el inexplicable dolor de cabeza. Comerse el pavo frío con un cazo de mayonesa, y el resto del día dedicarlo a limpiar el estropicio organizado en la cocina.

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