Día del Maestro (27.11.97)



UNA PROPOSICIÓN JUSTA

(Periódico El Teide. Puerto de la Cruz —7 de junio de 1.911)


Dadas las condiciones climatológicas de nuestra Provincia, se hacía imposible el comenzar las tareas escolares, cumpliendo à la letra las disposiciones vigentes, el día 1º de Septiembre; así que de viejo y solamente por tolerancia de nuestros superiores jerárquicos, empezaba el curso en 1º de Octubre, estando el Magisterio en una posición falsa y expuesto á cualquier disgusto, puesto que se hallaba fuera de lo preceptuado.
Hace dos años que las clases se abrían en Septiembre; la experiencia nos hacía entrever lo infructuoso de la labor del Maestro durante este mes. El calor que impedía la asistencia, la necesidad de buscar clima más fresco; eran causas de que los alumnos no asistieran.
Así ha tenido ocasión de comprobarlo en la pràctica nuestro cariñoso Inspector, elevando à la Junta, para que ésta la tome en consideración y à la vez pida esta excepción al Director General del Ramo, la siguiente

PROPOSICIÓN

“Excelentísimo señor:
Esta Inspección tiene el honor de sujetar à la aprobación de V.E. y de la culta junta Provincial de su digna Presidencia, la proposición siguiente: Teniendo en cuenta la imposibilidad material de dar comienzo à las tareas escolares en el 1º del mes de Septiembre como determina el artículo 1º de la Ley de 16 de Julio de 1.887, no sólo por las condiciones higiénicas de la mayoría de los locales-escuelas, sino por el excesivo calor que de ordinario reina durante el referido mes en casi todos los pueblos de esta Provincia, se eleve à la Dirección General de Instrucción pública la petición de que, en atención à las mencionadas circunstancias y el riesgo que por las mismas corre la infancia de verse invadida por enfermedades contagiosas; no empiecen las clases, à partir de la próxima estación estival, sino el día 1º de Octubre; pues el que suscribe ha visto à muchos niños cuyos Maestros se veían en la necesidad de mandarlos à sus casas por carecer de fuerzas para sostenerse y soportar el excesivo calor del mes de Septiembre.
V.E., sin embargo, resolverá lo que estime más conveniente al general interés de la infancia”.
Nosotros aplaudimos calurosamente y sin reservas esta medida justísima propuesta por nuestro Inspector, el cual, como se vé, se ocupa con minucioso detenimiento del bienestar de la infancia y del Maestro, pues cuantos ensayos se han hecho al comenzar las clases en Septiembre, han sido infructuosos.

(De Escuela Canaria)